jueves, 9 de octubre de 2014

SÍNODO, DÍA 4: LOS DESAFÍOS PASTORALES DE LA SEXUALIDAD ABIERTA A LA VIDA.

El obispo francés Vingt-Trois: 'Muchos matrimonios usan anticonceptivos y a pesar de ello se acercan a comulgar'.
La séptima congregación del Sínodo extraordinario sobre la familia, se abrió este jueves 9 de octubre en el Vaticano, con el canto de la hora tercera. Es el cuarto día de esta cumbre de obispos convocada por el papa Francisco, que hasta el 19 de octubre profundizará la situación de la familia hoy. Le seguirán consultaciones a las conferencias episcopales, y en el 2015 otro sínodo para sugerir las propuestas pastorales que le servirán al Papa, en las decisiones que considere necesario tomar.
El obispo de Xai-Xai, en Mozambique, Lúcio Andrice Muandula, después de la oración invitó a dejarse “guiar por la sabiduría bíblica, en un mundo cada vez más globalizado, con el cual estamos llamados a instaurar un diálogo de fe”. Y reconoció que hoy existe el peligro “de perder la propia confianza en Dios, para adoptar un estilo de vida completamente pagano”. Por ello pidió al Buen Dios, “que ilumine con su Espíritu de sabiduría los trabajos de esta jornada”.
Los temas de esta jornada han sido: “Los desafíos pastorales sobre la apertura de la vida”, siguiendo así el orden indicado por la Instrumentum Laboris.
El presidente delegado de turno, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, indicó que debido a la mentalidad hoy dominante, existe dificulta en aceptar la concepción antropológica cristiana favorable a los métodos naturales de control de la natalidad. Y propuso hacer conocer con un nuevo lenguaje y en colaboración con el mundo universitario, la coherencia de la visión antropológica propuesta por la Iglesia. Porque, dijo, existen consecuencias en la práctica sacramental, y hay parejas que consideran que los métodos anticonceptivos no son pecado, y reciben la comunión sin hacerse problemas.
Concluyó invitando a “incentivar la mentalidad abierta a la vida, para contraponerla a la mentalidad contraceptiva y a la difusión de un modelo antropológico individualista que producen en diversas regiones del mundo una baja natalidad, y cuyas consecuencias sociales y humanas no son tomadas en consideración”.
Y añadió que en este contexto “es necesario reconocer la utilidad de las planificaciones familiares relacionadas con las diócesis y asociaciones familiares”, porque “se vuelven testimonios de la belleza y valor de la apertura hacia la vida”.

A continuación el presidente delegado de turno, el cardenalAndré Vingt-Trois, arzobispo de París, introdujo el testimonio de los cónyuges Arturo y Hermelinda, responsables del Équipe Notre-Dame, para Brasil, y presentes en el sínodo en calidad de auditores. 

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