miércoles, 16 de septiembre de 2015

POR LA CULTURA DE LA FAMILIA. NO CONFORMARNOS.

POR LA CULTURA DE LA FAMILIA. NO CONFORMARNOS.

Podemos pensar que nuestra familia esta bien, nuestro grupo… pero ¿y las familias?.

Basta echar una mirada a nuestro alrededor, para ver las continuas agresiones que de múltiples maneras atentan contra, no ya solo la familia, sino contra la misma persona.

Es necesario recuperar por parte de todos, la conciencia de la supremacía de los valores morales (nosotros los referimos a la familia) que son los valores de la persona humana en cuanto tal, de cualquier persona. Para nosotros, que hemos conocido a Jesucristo, los valores del Evangelio.

Vivimos en una sociedad donde se han degradado los valores fundamentales, hoy se apunta al placer, las comodidades, la independencia que endurece el corazón y nos vuelve egoístas. El miedo a un compromiso permanente que puede llegar a cambiar el amor mutuo entre un hombre y una mujer en dos amores de si mismos que conviven juntos y dura mientras llega la separación.

Aparece la ambigüedad en las relaciones de pareja, entre los padres e hijos, es dramático el número de divorcios, la plaga del aborto, la contracepción como forma de plantear las relaciones...

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