jueves, 17 de diciembre de 2015

VIDA DE FAMILIA: NO JUZGAR.

 Alejar todo juicio
[...]  para dar espacio al otro hay que olvidarse de uno mismo: aceptar sin sentir el peso (es decir, soportar) las diferencias del otro es un primer paso para no quedarnos en nosotros mismos. 
[...] será pues, concretamente: no juzgar las intenciones del otro por lo que hace o dice y que puede ser que no comprendamos; no aumentar lo que vemos sino tratar de observarlo por lo que es en el presente; conseguir mirar al otro, cada día, como si lo viéramos por primera vez, sin añadir a la molestia actual la de los días anteriores...
Hecho este primer paso, será más fácil saber leer lo que el otro tiene en su corazón y que, a menudo, es obscurecido por ese modo de actuar que nos molesta; y llegar a comprenderlo, a comprenderse, y también a ayudarse a mejorar. [...]". 


Fuente: FRANCESCO CHÂTEL.

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