jueves, 5 de enero de 2017

COMO MARÍA, LA IGLESIA ES MADRE Y ENGENDRA HIJOS PARA LA VIDA ETERNA.

Homilía de Mons. Javier Martínez en la Eucaristía en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios y Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero de 2017, celebrada en la S.I Catedral, en la que también se celebro la fiesta de la Sagrada Familia en la Diócesis.


Palabras de D. Javier dirigidas a las familias.

Vamos a dar gracias a Dios por esa belleza que el Señor quiso crear para que le conociéramos mejor a Él. La belleza del amor esponsal de un hombre y de una mujer es la cosa más bella de este mundo que el Señor quiso elevar a la condición de sacramento, no por un capricho, sino porque en ese amor esponsal del hombre y la mujer, que el hombre ha podido intuir en la historia, hay muchas culturas, donde el matrimonio ha llegado casi, casi, casi a descubrir la profundidad del matrimonio cristiano, pues el Señor que ha creado esa belleza, por supuesto que es una belleza muchas veces manipulada, prostituida y todo lo que queráis, pero en su realidad no deja de ser una inmensa belleza para que Le conozcamos a Él y conozcamos su amor.

Mons. Martínez con los matrimonios que celebraron sus bodas de oro y plata,.
No podemos más que darle gracias, y darle gracias por los matrimonios cristianos, darle gracias por las familias cristianas. Pedirle al Señor que en un mundo donde resulta tan difícil vivir, vivir humanamente, a la medida de los deseos del corazón, Él os sostenga en vuestro amor, lo multiplique, lo haga fecundo, lo haga cada vez más gozoso, más bello y más feliz. Esa es nuestra súplica por quienes hoy celebráis los 25 años de matrimonio, algunos los 50 años de matrimonio, pero por todas las familias de la Diócesis de Granada, y por todas las familias del mundo”.


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